El Efecto Lupa
“Desde su introducción circense, y muy gusana, que es también la introducción del primer corte, ‘Pelícano’, hasta una pieza perfecta para cerrar, ‘Un viaje a la luna’, cada tema ocupa el lugar justo y preciso en esta obra”.

El peculiar sonido de El Niño Gusano terminó por consolidarse con este disco. Ese pop embadurnado de psicodelia mediante sencillos teclados y sonidos impredecibles, terminó de esculpirse en su publicación de 1996. Por supuesto las letras surrealistas de Sergio Algora también eran insignia inequívoca de la importante formación zaragozana como queda patente en este trabajo musical.
“El Efecto Lupa” fue el segundo larga duración de El Niño Gusano, editado por su sello de siempre, el de Pedro Vizcaíno, Grabaciones en el Mar, en colaboración con RCA que se encargaría íntegramente de su siguiente álbum.
Desde su introducción circense, y muy gusana, que es también la introducción del primer corte, “Pelícano”, hasta una pieza perfecta para cerrar, “Un viaje a la luna”, cada tema ocupa el lugar justo y preciso en esta obra.
Ese “Pon tu mente al sol”, que salió como single, era todo un éxito en potencia que, no obstante, no conseguiría, como nunca sucedió, hacer de El Niño Gusano un grupo masivo. Hay más hits, incomprendidos como tales, que aún siendo pegadizos son brillantes como “Mr. Camping” y “Creo que te voy a dejar (bueno, no sé)”.
No falta un registro repleto de contrastes instrumentales y parones impredecibles en temas como “Conde Duque”, “Sobrinito”, “El chico de la noria hecha con pelos de colores” y
“Caliño”.
También hay sitio para canciones más intimistas como “El rey ha muerto”, “La chica que salió de la tarta”, “Y lo que digo 5 veces es verdad” y “Un viaje a la luna”.
Un disco de los que son capaces de marcar. A un servidor así le pasó hasta el punto de colgar los hábitos negros de la música siniestra y entrar en una tienda a comprarse una camiseta naranja… y escuchar todo tipo de músicas… y poner mi mente al sol…
Disco relacionado. “El efecto lupa” del grupo zaragozano El Niño Gusano, 1996:
¡Champán para todos!