Sin móvil ni coartada

"Hubiera sido la primera vez que estoy a la altura de las circunstancias con alcohol en vena, de todos modos el flash sabor lefa suicidado a los pies de nuestro sudado aposento delata que algo sí debió haber. Aunque esos momentos se los ha llevado ya, que pronto, y para siempre, el ingrato alcohol"

No hay nada como despertarse en lecho ajeno, darse uno cuenta de que lo que tiene allí al lado no es lo que había hacía tan sólo unas horas, al menos que uno recuerde (aunque tampoco recuerde en realidad haberse metido en madriguera alguna) y además, y lo peor, descubrir que ha perdido el teléfono móvil. Sí, también has perdido tu dignidad compartiendo fluidos con semejante tipa, pero lo del móvil resulta bastante más grave.

Tengo que reconocer que chupaba bien, hasta 150€ no hace mucho, en un mes, refiriéndome al móvil claro. Uno se plantea que vivir sin esa complicación es del todo ventajoso, ahora me refiero a los temas del ligoteo, luchando una vez más contra mi condenado código genético. Al menos el concierto de anoche estuvo bien… los trozos que recuerdo, claro.

Entre reflexión y reflexión me doy cuenta que mi compañera es una amiga… y eso sí complica más la cosa. Ahora no sé que es peor, lo del móvil o lo de aquella chica a la que me encantaba llamar eso: amiga. Aunque pensándolo bien no es la primera vez que llego más allá con una íntima y, qué carajo, es hasta bonito. Además, siendo ella mi compañera nocturna (y por la luz que entra en la habitación adivino que también diurna), sé que pasados los primeros momentos de vigilia, resaca a parte, la chica es pero que muy apetecible. Porque es ella ¿no? Me acerco, tomo su cabeza y la desincrusto del colchón, la miro de cerca… y… sí, es ella. Mi pregunta ahora es si realmente intercambié con la chica los fluidos de los que hablaba antes o si éstos fueron tan sólo unos cuantos litros de alcohol… porque… la verdad… ¡ni puta idea!

En esto que se despierta, ve mi careto de cerca, mirando el suyo… ¡¡¡qué susto!!!... y sin todavía recuperarse del todo de semejante shock me pregunta que qué leches hago yo allí… A mí la pregunta me parece superficial… hay cosas más importantes de las que preocuparse... por lo que le informo de la pérdida de mi móvil… Entonces es cuando ella pone verdadera cara de preocupación, lo comprende, eso sí es grave. Lo primero es abrazarme y darme consuelo, sin duda es toda una catástrofe. La vida entera al carajo: amigos, reuniones, contactos de trabajo, polvos… ¡polvos!… eso me recuerda… ¿hemos follado? Ella no duda en decirme que sí, y que he estado muy bien; todo un superman, vamos… pero sólo hace unos segundos se sorprendía de encontrarme a su lado. Qué buena amiga, tiene en cuenta mi gran sufrimiento a causa de la pérdida… Hubiera sido la primera vez que estoy a la altura de las circunstancias con alcohol en vena, de todos modos el flash sabor lefa suicidado a los pies de nuestro sudado aposento delata que algo sí debió haber. Aunque esos momentos se los ha llevado ya, que pronto, y para siempre, el ingrato alcohol.

No puedo evitar fijarme en su cuerpo desnudo, para mí es la primera vez que lo veo… pero ella se muestra pudorosa… y no consigo ver demasiado. Siempre había pensado que aunque algo entradilla en carnes la tipa era pero que muy atractiva… Siempre me había fijado en sus tangas saludándome dulcemente por encima de los telones censuradores que sirven de pantalón. No me iba a dejar contemplar ese imán de hombres y mujeres en todo su esplendor fácilmente. Pero, hay algo que recordar, he perdido mi móvil. Todo un antes y después en mi vida. Nada será nunca igual. El 11S de mi treintañera historia. Por supuesto tal afirmación recibe un sí por respuesta. Y… ¡vaya cuerpazo! Mi buena amiga reacciona ante mi reacción con una bonita sonrisa… a la que le sigue una sensual caricia sobre mi cara dura… y mi dura verga…

Yo fui alguien en otro tiempo, tenía confianza, virilidad, juventud, fuerza… Lo tenía todo porque tenía esperanza. Algo en lo que creer, un objetivo honesto en la vida. Pero ahora… ahora lo he perdido todo… no tengo nada ¿qué soy sin mi móvil?

-Ya te he visto. Sí, eres muy guapa... pero lo siento cariño, hoy no puede ser.

La próxima vez intentaré hacerlo mejor... todo... Cuando vuelva a existir. ¡Prometido!

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