¡¡Viva Las Vegas!!

“Uno presume de liberal, pero cuando tenga la gran fortuna de enseñar el mundo a sus benditos hijos no se dejará caer por Las Vegas en un viaje familiar. Las aragonesas o las estadounidenses”.

Qué bonito el “Viva Las Vegas” de Elvis. Lugar, Las Vegas, mítico del vicio, el despilfarro y la prostitución. ¿A quién no le gustaría contar con algo así a tiro de piedra de su casa? Pues sí ¡¡Viva Las Vegas!!

Lo cierto es que se me aparece en la mente de modo inevitable un Enrique Bunbury de 150 kilos, como caricatura de su propia caricatura, sobre un escenario de Las Vegas aragonesas cantando “Nada es para siempreeeeeeeee”. Su público: yonkis de las tragaperras, cincuentones puteros, ricos de poca monta…

Aunque, claro, esta nueva especie de ciudad va a albergar varios parques temáticos y todo… Vamos, que se podrá ir, dicen nuestros políticos, en familia. Pero entonces ¿por qué carajo desde el consorcio que va a montar semejante tinglao comparan la macro construcción continuamente con Las Vegas? Incluso los distintos estamentos públicos se dirigen al proyecto del mismo modo. Uno presume de liberal, pero cuando tenga la gran fortuna de enseñar el mundo a sus benditos hijos no se dejará caer por Las Vegas en un viaje familiar. Las aragonesas o las estadounidenses.

"Este proyecto hace justicia a un territorio que ha sido olvidado durante muchísimos años", ha dicho José Ángel Biel, vicepresidente del Gobierno aragonés, en el edificio Pignatelli del mismísimo Gobierno de Aragón. Allí , ni más ni menos, se ha presentado ante los medios de comunicación el multimillonario proyecto que bajo el provisional nombre de Gran Scala pretende invertir 17.000 millones de euros (2,5 veces la inversión de los Juegos Olímpicos de Barcelona’92) en la promoción de un gigantesco complejo de ocio y juego cuyas cifras producen, como mínimo, escepticismo.

A Biel habría que recordarle que otros ya vieron posibilidades en aquella zona hace siglos. A punto estábamos de alcanzar el XVI cuando Felipe II le daba vueltas a la testa para intentar conquistar Inglaterra y ya puestos darle un poco por el culo al conocido pirata inglés Drake. Y lo conseguiría, en realidad sólo lo del pirata, gracias a la mal llamada Armada Invencible. Toda una flota de Naves y Galeras para la que se emplearon millones de sabinas procedentes da la zona de Monte Negro, hoy conocida como Los Monegros. Antes, un espeso bosque. En poco tiempo, un desierto. La causante, la España de Felipe II. La misma que segó la cabeza de Juan de Lanuza, 5º Justicia de Aragón, sin juicio previo.

Ahora, en el corazón de un tranquilo desierto, surgirá como de la nada todo un complejo que ocupará más de 2.000 hectáreas, con casinos, hoteles y parques temáticos. ¡Ay!… ¡Si se anunciase algo así desde Levante o Murcia! Recordaríamos desde aquí que ambos territorios se quejan de la falta de agua aunque luego les da por construir edificios y campos de golf a tutiplén. No está de más tener en cuenta los recursos naturales con los que se cuenta en el lugar de turno y después actuar consecuentemente. La costumbre, curiosamente, es operar al revés.

Esta vez los causantes de la nueva explotación de Monte Negro son los accionistas de ILD, un grupo de doce empresas liderado por la australiana Ariscocrat Tecniologies –potencia mundial en fabricación de máquinas tragaperras-; una constructora francesa, Europtima; y una sociedad francobritánica de inversiones, Havila Partners, integrada a su vez por cuatro entidades financieras.

Todo cristo cegado por las luces de Las Vegas aragonesas, curiosamente todavía apagadas, y uno, tonto que es, que sigue prefiriendo inversiones en fábricas de juguetes, escuelas, hospitales, bibliotecas, salas de conciertos… Inversiones que en muchos casos no producen euro alguno pero sí alimentan a millones de neuronas inquietas que pasan del plátano, la cereza y la naranja para darle vueltas y vueltas al olvidado melón.

¡¡Viva Las Vegas!! Manque pierdan.

La próxima vez intentaré ser más progresista. ¡¡Prometido!!

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