Suerte

“A orillas del Ebro aprendemos que un cauce está sembrado de curvas, piedras y remolinos”


A veces hay que sonreír para que la fortuna nos devuelva la sonrisa… o simplemente para cabrearla a placer.

A orillas del Ebro aprendemos que un cauce está sembrado de curvas, piedras y remolinos… pero también que está en nuestra mano intentar, al menos, elegir el lado del río por el que queremos pegarnos el peñazo.

El siguiente texto lo escribió un servidor en diciembre de 2005. La suerte y quien teclea no pasábamos por lo mejor de nuestra relación precisamente. A ese respecto nos dejaremos iluminar de nuevo por el gran Óscar Senar y la frase de la película Match Point que nos recordaba el genio hace unos días desde este mismo lugar internáutico: “más vale tener suerte que talento”.

Bonita frase; más teniendo en cuenta que un servidor va escasito de mente.

Sirva lo que he escrito como pelotéo a la radiante y maravillosa Señora Fortuna que tan bien me trata.


Suerte

La suerte no me sonríe pero yo sí le sonrío a ella con gesto desafiante.

Entonces suerte me da una patada en los cojones... como siempre sin avisar.

Yo, me levanto, le miro por encima del hombro -muy fijamente-, sonrío de oreja a oreja… y espero otro golpe de suerte.

Escuchar tema musical relacionado [El Día de la Suerte Mundial del disco El fantástico mundo en su interior del grupo Volador]:

Bajar a disco duro

La próxima vez intentaré sonreír menos y observar más. ¡Prometido!

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