El delito de volver

"Han tardado, pues, prácticamente 3 décadas en editar su debut: El delito de volver".

Portada de "El delito de volver", disco debut de Aborígenes del Cemento.


Los míticos Aborígenes del Cemento se separaron sin haber cumplido todavía los 2 años como grupo. Regresarían a su actividad 27 años después y ahora, tras casi otros 2 tocando en numerosas salas, al fin nos dan la alegría de poderles escuchar en versión enlatada con muy buena calidad.

Han tardado, pues, prácticamente 3 décadas en editar su debut: “El delito de volver”. Ellos mismos han sacado el disco adelante con la producción de Tuco Requena que, como batería de esta banda, ha cambiado, por esta vez, la rumba, por el rock intemporal. Completan la formación actual, Paco Céster (voz), Juanjo Lúcia (bajo), Juan Antonio Sierra (guitarra rítmica) y Javi Moreno (guitarra solista), sin duda unas más que afortunadas coincidencias que se dan en muy raros casos.

El comienzo del disco no puede ser más contundente. “Underground” suena por momentos a punk, durante unas estrofas roza la balada y, en todo caso, sirve como avance de unos riffs rotundos y unas voces impecables y llenas de matices, vomitadas desde las más profundas entrañas.

“Solamente Rock” es toda una declaración de principios. Una temática que se seguirá repitiendo a modo de hilo conductor que, con letras de Paco Céster, exceptuando “Barriobajero” de Pepe Per y “Mamífero Sistemático” de Jesús Floria, relata en primera persona los avatares del rock. Critica en no pocas ocasiones al “Mamífero Sistemático” y retrata víctimas sociales (“Barriobajero” y “Yonki”); sin obviar al amor como elemento transversal.

Más que destacable es el medio tiempo “Solo de día, sólo de noche”, una verdadera joya no muy distanciada de otras piezas de gran nivel como “Yonki”, que, tristemente, no conseguirán, ni una sombra lejana del reconocimiento popular que merecen.

El disco parte de un rock básicamente setentero y pasea por diversas influencias siempre en perspectiva rock, hasta sonidos más actuales, jugando a ratos incluso con lo progresivo para no dar tregua a nuestros tímpanos, con la excepción de un par de temas y los segundos que separan un corte del siguiente.

Aborígenes del Cemento fueron una clara influencia para muchos jóvenes zaragozanos de comienzos de la década de los 80. Futuros músicos que, en algún caso, incluso, conseguirían fama mundial años después. Si algún joven de ahora considera esta afirmación algo exagerada, que de primeras puede parecerlo, que escuche este disco intemporal, o mejor, que acuda a uno de los conciertos de Aborígenes, y lo compruebe en sus propias carnes… de gallina.

Texto publicado por un servidor en aragonmusical.com

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